A los 10 años, Virgilio entró a estudiar en el colegio del Sagrado Corazón de Jesús y se graduó como bachiller en 1936 con las mejores calificaciones. Viajó a Bogotá para ingresar a la Facultad de Matemáticas e Ingeniería de la Universidad Nacional de Colombia. Concluido el primer año y estimulado por un amigo de su padre, viajó a Estados Unidos para continuar sus estudios en Boston, en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), a mediados de 1939, en vísperas de la Segunda Guerra Mundial.

Vivir este momento histórico, en un país dirigido por Franklin Delano Roosevelt —quien enfrentaba los retos de una crisis económica mundial y ahora tenía que liderar su nación en medio de un conflicto militar de proporciones no imaginadas—, sin duda fue una experiencia que lo inspiró toda su vida.

Concesión Barco
En 1905, el general Virgilio Barco Martínez obtuvo la concesión para explotar petróleo que lleva su nombre. Antes de su muerte, la vendió y en su testamento dividió sus regalías futuras en 100 acciones que legó a su familia, a los trabajadores que lo acompañaron y a los niños desamparados de Cúcuta. Estos recursos dieron paso a la construcción de una clínica materno-infantil sobre la avenida Gran Colombia, donde actualmente funciona la Fundación Virgilio Barco.

Familia Isakson
Carl Oscar Isakson y su esposa, Mary Alice Proctor llegaron con sus hijos Carolina y Carl a Colombia en 1937. Isakson había sido contratado como gerente por la Colombian Petroleum Company, propietaria de los derechos de explotación de la Concesión Barco y de la construcción del oleoducto. Su hija Carolina curso sus estudios básicos en Cúcuta, para luego viajar en 1943 a Estados Unidos a continuar su educación, el mismo año que Virgilio regresaba a Colombia.